El agujero que tiene la capa de ozono de nuestra estratosfera es "relativamente pequeño" este año, según aseguran los expertos. Pero el motivo, lejos de ser mérito de la prevención de los humanos, que han contribuido durante décadas a su formación, se debe únicamente a las
temperaturas.
El ozono es un gas que reacciona al calor, y al recibir las radiaciones solares se consume, convirtiéndose en oxígeno y otros gases. De esta forma, tal y como señalan desde la Organización Meteorológica Mundial (WMO, según sus siglas en inglés), esta reducción "no debe tomarse como una señal de la recuperación del ozono".
El ozono nos protege del Sol
Ubicado sobre la Antártida, el agujero de la capa de ozono es el resultado de décadas de emisión de gases contaminantes a la atmósfera por parte de los humanos, así como de otros factores ambientales. Los expertos estiman que, de reducirse dichas emisiones, el ozono volvería a los niveles que tenía hace casi treinta años en buena parte del mundo en 2049, aunque la Antártida tendrá que esperar casi dos décadas más, aunque algunas previsiones menos alentadoras ven irreversible el proceso. La capa de ozono sirve de 'filtro' de las radiaciones solares más dañinas, por lo que su reducción puede significar un aumento de afecciones cutáneas en la población, así como el aumento de la temperatura en la Tierra.
0 comentarios:
Publicar un comentario