Tras una temporada pasada en la que al astro brasileño se le pudo ver de juerga por la noche, fumando, de paquete en una moto y sin casco, irreconocible... hace un par de días se confesó en una entrevista concedida a Sky Italia : "En esos momentos no lograba dormir, ni hacer nada positivo. Pensaba demasiado en mis problemas y para dormir tenía que beber. He perdido un año y medio de mi vida. No quiero volver a hacer esas cosas". Adriano, a quien su irresponsable conducta le llevó del once al banquillo y de ahí a la grada y a no ser inscrito para la disputa de la Champions esta temporada por el Inter, explica el calvario que pasó durante el curso pasado: "Había demasiadas cosas que me deprimían. No lograba mantener mis problemas fuera del terreno de juego. Cuando iba a entrenar, sólo pensaba en mis propios problemas y no podía jugar bien. Sin duda fue un gran error. Debí haberme olvidado de mis problemas e intentar esforzarme en el campo, pero no fue así".
Riqueza y fama El interista profundiza en ese tema: "Está claro que el dinero ayuda, pero no te da la felicidad porque ésta no la puedes comprar. Cuando estás mal, el dinero no ayuda". El Emperador asegura ahora, tras haber vuelto al once inicial de Mancini ("ha dado pasos enormes hacia delante", dijo el técnico posteriormente), que aprendió la lección y que por fin se siente bien, recuperado, gracias en parte a la llegada de su madre y su hijo a Milán. Adriano está ganando seguramente su partido más importante.
Parece increíble que un jugador de fama mundial como Adriano, rico y poderoso, pueda caer en una situación de estas características, si bien el propio delantero brasileño veía en ese preciso detalle uno de los focos del problema. Tanto fue así que llegó a insinuar a su madre que "éramos más felices cuando no teníamos dinero".
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