1.- Busca información contrastada y veraz sobre la sexualidad humana. Los mitos relacionados con la sexualidad nos hacen relacionarnos inadecuadamente con nuestra propia sexualidad rodeándola de vergüenzas y culpas y nos hace también más rígidos con la de los demás.
2.- Aprende a amarte a ti mismo. Todo lo que te permitas a ti mismo lo comprenderás en tu pareja y esa comprensión favorece la comunicación y el fluir del deseo. Nuestra autoestima se asienta sobre nuestra identidad sexual y esta sobre la imagen que el deseo de nuestra pareja nos devuelve. Necesitamos vernos hermosos en los ojos de nuestra pareja.
4.- Practica la comunicación en pequeños detalles. Para llegar a hablar de sexo sin tapujos hay que empezar por hablar de otras cosas libremente, y sobre todo de las más insignificantes.
5.- Aprende a hablar con el cuerpo. La emoción sexual habla con palabras, pero sobre todo con los gestos; el lenguaje de los sentimientos requiere el concurso de la expresión facial, el contacto físico, el tono, el volumen y la velocidad de la voz, la mirada… sin olvidar que, los gestos del amor, de la ternura y del sexo suelen ser los mismos, y que nadie es capaz de adivinar las intenciones. Sólo interpretamos las conductas, por eso es tan importante la comunicación continuada, la información veraz y el respeto. 6.- Pasar tiempo juntos. El sexo precisa tiempo y espacio, y no puede surgir si en la agenda de tu vida sólo le dejas el último lugar cuando ya estás cansado y sin ganas y cuando tu pareja seguramente se ha hartado de esperarte.
8.- Se sincero/a en lo relativo a sentimientos y afectos, pero también en gustos y preferencias. Si no le cuentas con claridad a tu pareja lo que te gusta y cómo te gusta es muy difícil que lo adivine; pero ten cuidado con la franqueza, no siempre es positivo ser franco/a. A veces es una forma muy sofisticada de agresión y suele tener efectos demoledores para tu vida sexual, porque la herida en el orgullo no se cura nunca, por ello es muy importante evaluar las repercusiones que tu franqueza va a tener sobre la autoestima de tu pareja y si no estás seguro de que lo va a interpretar correctamente, no lo digas. Recuerda aquello de que sólo somos dueños de nuestros silencios, nunca de nuestras palabras.
9.- Aprende a escuchar con el corazón. No atiendas a lo que oyes sino a lo que el otro siente. Si escuchas con atención una bronca puede convertirse en un grito de dolor por tu desamor y es tan fácil decir “te quiero” sabiendo que es un bálsamo que cura todas las heridas.
10.- Muéstrate sensible a los sentimientos de tu pareja. Empatizar es ser capaz de ponerse en el lugar del otro y sentir lo que está sintiendo o percibir lo que está deseando en ese momento. Es olvidarte de ti, de lo que tú harías o sentirías en esa ocasión, es entender que tu pareja tiene razones para sentirse así, aunque tu no las compartas o a ti te parezca que la solución a sus problemas es otra. 11.- Ten la generosidad de saber agradecer lo que hace por ti, sin compensarlo automáticamente con un “yo también”. Busca en cualquier ocasión las cosas que hace bien y olvídate de “pillarle” en las que hace mal, céntrate en lo que te hace feliz y díselo. Quien recibe recompensas y caricias positivas se siente mejor y esta más dispuesto a entrar en intimidad, tolera y comprende mejor las contrariedades y las flaquezas de su pareja.
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