El tópico del elixir del amor para superar las penas del corazón podrá ser próximamente una realidad gracias a la ciencia que estudia los mecanismos bioquímicos del enamoramiento y el desamor. Así lo afirma el médico y escritor Federico Ortiz Quezada, que acaba de publicar el libro Amor y desamor.
Ortiz, de 72 años, es médico cirujano de la Universidad Nacional Autónoma de México, con posgrado en Urología en la Universidad de Cornell de Nueva York, y es autor de 34 libros sobre diversos temas, entre ellos de sexualidad y tanatología.
En un futuro se podrán resolver por medio de la química los problemas del amor y desamor", asegura el experto, quien afirma en su obra que "cuando dos personas se atraen sexualmente una cascada de neurotransmisores recorre su cerebro y su cuerpo. Tales agentes son oxitocina, fenilenetilamina, adrenalina, noradrenalina, serotonina, dopamina, vasopresina, endorfina, así como las hormonas sexuales testosterona y estrógenos".
Hormonas para la fidelidad
El especialista indicó que la ciencia ha comenzado a conocer los mecanismos biológicos del amor y del odio y que existe "toda una serie de hormonas que están relacionadas con el enamoramiento que se están investigando, las cuales contribuyen a que determinado tipo de animales sean fieles.
"Entonces sí podría inducirse ese tipo de situaciones amorosas y se podrían arreglar en el hombre; pero todavía falta mucho", afirmó Ortiz.
Para el experto, como ejemplo de que la química puede contribuir a solucionar problemas vinculados con la sexualidad está el uso actual de los fármacos para solucionar los problemas de disfunción eréctil y de la "misma manera muchos problemas de la menopausia, entre estos la disminución del deseo sexual, son arreglados con testosterona".
"Puede haber un elixir del enamoramiento, de la atracción, pero el amor es algo más cerebral, y apenas comenzamos a entenderlo", dijo el autor y precisó que el amor se encuentra en el nivel de la conciencia humana.
Diferencias entre sexo y amor
El amor es una construcción intelectual por el que desarrollamos "toda nuestra capacidad multisensorial, todos nuestros sentidos, nuestra inteligencia y nuestra ética". Aseguró que la sexualidad y el amor son cosas diferentes, que la primera tiene una base biológica y el segundo es intelectual, está en la conciencia.
Ortiz explicó también que por naturaleza el ser humano es polígamo, pero que la cultura lo ha convertido en monógamo.
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