Los cuadros fueron robados a finales de febrero del domicilio de una de las nietas del pintor malagueño, Diana Widmaier-Picasso. Los investigadores, especializados en el robo de obras de arte, han localizado los cuadros en la vivienda de unos delincuentes que ya contaban con antecedentes en ese tipo de delito.
Retrato de su hija y de su esposa
Las dos pinturas de Picasso ahora recuperadas son un retrato de su hija Maya, madre a su vez de Diana, y otro de su esposa Jacqueline. Se trata de Maya à la poupée (1938), con unas dimensiones de 60 centímetros de ancho por 74 de alto, y de Portrait de Jacqueline (1961), de 170x150 centímetros. El valor estimado para esas obras es de unos 50 millones de euros.
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