Científicos de la Universidad de Gales, en el Reino Unido, han obtenido las primeras imágenes en tres dimensiones del Sol a partir de los datos enviados por el Observatorio de Relaciones Terrestres Solares (STEREO) de la NASA.
Este logro, del que informó el lunes la entidad académica británica, supone, según uno de sus autores, Andy Breen, "el mayor avance de la ciencia solar de los últimos 10 años".
Ingenieros de la Universidad de Gales han desarrollado un programa que convierte en imágenes en tres dimensiones los datos que envían las dos cápsulas del observatorio STEREO que, desde octubre pasado, operan en órbitas separadas en torno al Sol.
Estas dos cápsulas dan cuenta de las turbulencias de partículas de alta energía que ocurren en la corona solar, fenómeno que puede tener consecuencias sobre los astronautas, los satélites e, incluso, sobre la Tierra.
Hasta ahora, "cuando había una erupción (solar) y el astro desprendía materia al espacio, sólo podíamos verlo en plano, en dos dimensiones, a pesar de que era una estructura en tres dimensiones", explicó Breen, quien remarcó la importancia de este avance para entender las "complejas estructuras de la atmósfera solar".
"Va a revolucionar nuestros conocimientos sobre el Sol y sobre el modo en que la Tierra y el Sol están conectados", añadió el científico, quien participa además en la misión para la Investigación Coronaria y Heliosférica de la Conexión entre el Sol y la Tierra (SECCHI) de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio de EEUU (NASA).
Este logro, del que informó el lunes la entidad académica británica, supone, según uno de sus autores, Andy Breen, "el mayor avance de la ciencia solar de los últimos 10 años".
Ingenieros de la Universidad de Gales han desarrollado un programa que convierte en imágenes en tres dimensiones los datos que envían las dos cápsulas del observatorio STEREO que, desde octubre pasado, operan en órbitas separadas en torno al Sol.
Estas dos cápsulas dan cuenta de las turbulencias de partículas de alta energía que ocurren en la corona solar, fenómeno que puede tener consecuencias sobre los astronautas, los satélites e, incluso, sobre la Tierra.
Hasta ahora, "cuando había una erupción (solar) y el astro desprendía materia al espacio, sólo podíamos verlo en plano, en dos dimensiones, a pesar de que era una estructura en tres dimensiones", explicó Breen, quien remarcó la importancia de este avance para entender las "complejas estructuras de la atmósfera solar".
"Va a revolucionar nuestros conocimientos sobre el Sol y sobre el modo en que la Tierra y el Sol están conectados", añadió el científico, quien participa además en la misión para la Investigación Coronaria y Heliosférica de la Conexión entre el Sol y la Tierra (SECCHI) de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio de EEUU (NASA).
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