En territorio islámico, Hugo Chávez volvió a demostrar su ignorancio por el protocolo y el respeto a los demás: primero, haciendo la señal de la cruz antes de hablar, en un hecho sin precedentes en un lugar como Arabia Saudí, y después, citando por dos veces a Jesucristo como salvador de los pobres.
Esto rompe las estrictas leyes religiosas de Arabia Saudita ya que la señal de la cruz, como reseña AFP, puede ser considerada provocadora en un país que aplica una estricta doctrina islámica conocida como wahabismo y prohíbe la práctica de cualquier otra religión que no sea el islam.
En la traducción de sus declaraciones al árabe y al inglés, “Cristo” fue traducido como el “Profeta”.
Sin embargo, no se le dió más importancia al tema ya que consultado por la AFP sobre la reacción saudita al discurso de Chávez, el príncipe Abdelaziz ben Salman, número dos del ministerio de Petróleo, eligió destacar que “su discurso fue corto” y que Chávez “tiene el derecho a expresar sus convicciones“.
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