
Este proyecto, que se ha desarrollado entre finales de 2006 y principios de este año, supone la primera de las expediciones que se llevan a cabo dentro del programa internacional Censo de la Vida Marina Antártica, y ya ha permitido constatar los cambios que el calentamiento global está provocando en los ecosistemas marinos del océano antártico.
La mayoría son crustáceos
El coordinador internacional de este programa, el escocés Michael Stoddart, explicó que solo en los poco más de dos meses que ha durado la expedición se han descubierto quince nuevas especies, en su mayoría crustáceos, como gambas gigantes, medusas o anémonas de mar, y centenares de organismos microscópicos.
Stoddart, que además es responsable científico del Programa Antártico Australiano, comentó que el "Polarsten" volverá a surcar el mar de Weddell el próximo mes de noviembre en una nueva expedición que, asegura, "permitirá encontrar más especies nuevas" en esta zona hasta ahora desconocida.

Las consecuencias del calentamiento global son sin duda más manifiestas en los animales que viven en la superficie antártica, como los pingüinos, que, según se ha advertido, se están desplazando hacia el sur en busca de tierras y aguas más frías.
Migración de especies

"El calentamiento repercutirá de manera muy negativa en los animales del Antártico, pero las especies se adaptan a los cambios, siempre que tengan alimentos, y en el caso de los pingüinos, éstos se alimentan básicamente de kril, y no se espera que vayan a desaparecer", indicó el experto escocés.
En cualquier caso, Stoddart consideró que las consecuencias del cambio climático no serán tan dramáticas en el Antártico como en el Ártico, donde según algunos científicos, como el oceanógrafo alemán Eberhard Fahrbach, el hielo podría desaparecer durante las épocas de verano a partir del año 2080.
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