jueves, 3 de abril de 2008

Flamengo ahora dice que sí jugará en Cusco

El Flamengo anunció que acatará la decisión de la Conmebol de no aplicar a la Copa Libertadores el veto a la altitud, y que jugará su próximo compromiso en la ciudad de Cusco ante el Cienciano.
Fuentes del club rojinegro de Río de Janeiro manifestaron la aceptación a Efe minutos antes de anunciarse en Asunción que la Conmebol ha pedido a la FIFA autorización para disputar los partidos de las eliminatorias del Mundial de 2010 en ciudades situadas a más de 2.750 metros sobre el nivel del mar, pese a la disidencia de Brasil, que quebró la unidad de los diez países socios.
"Por supuesto", fue la respuesta a la consulta si el Flamengo jugará el 9 de abril un partido crucial de la Copa Libertadores en el estadio Garcilaso de la Vega, situado a 3.400 metros de altitud.
El conjunto brasileño manifestó en repetidas ocasiones que no viajaría a la ciudad andina de Cusco.

Los directivos del Flamengo esperaban que la Conmebol apoyara hoy sus reclamaciones, fundadas en supuestos estudios científicos que demuestran riesgos para la salud a quienes practican deporte en altitud.
En el compromiso programado para el 9 de abril, correspondiente a la quinta jornada del Grupo 4, ambos equipos buscan el liderato y la clasificación para los octavos de final.
En este momento, ambos equipos tienen siete puntos, dos menos que el Nacional de Montevideo, que hoy sumó nueve después de derrotar al peruano Coronel Bolognesi, que cierra, ya eliminado, con dos puntos.
Varios dirigentes del Flamengo habían asegurado en reiteradas ocasiones que no jugarían en las cumbres andinas, aunque así lo obligara la Conmebol, puesto que la vida de sus jugadores corría peligro.

El presidente del club brasileño, Marcio Braga, había dado como buena la resolución de la FIFA, que prohíbe los encuentros internacionales sobre 2.750 metros a no ser que se realice una aclimatación de una semana, y aseguró en diversas ocasiones que con ese documento en la mano, el Flamengo no viajaría a Cusco.
Si hubieran mantenido su amenaza de no acudir a la cita de Cusco, el conjunto carioca se enfrentaría a una sanción de hasta 100.000 dólares de multa y de tres años de suspensión en la competición continental.
El presidente del club, Marcio Braga, abanderó la lucha de los equipos brasileños para evitar jugar partidos en la altitud, razón por la que viajó a Zúrich, a la sede de la FIFA, el pasado febrero.

La beligerancia del Flamengo con la altitud nació en febrero del año pasado, cuando varios de sus jugadores sufrieron problemas respiratorios y mareos durante un partido jugado a casi 4.000 metros en la ciudad boliviana de Potosí.
En aquel encuentro, los brasileños remontaron el partido y consiguieron empatar a dos goles con el Real Potosí.

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