Los bomberos de la británica localidad de Kingston acudieron a la llamada desesperada de un caballero que había sufrido una “incidencia” peculiar.
El señor, de unos 40 años, se puso un cinturón de castidad metálico, de esos que llevan candado, y lo cerró. Luego comprobó que no tenía ni idea de donde podía estar la llave.
Estuvo horas intentando infructuosamente deshacerse del erótico complemento. Su novia no estaba en casa cuando se lo puso, y cuando regresó se encontro a su pareja desesperada. Finalmente decidieron llamar a los bomberos, que tardaron 45 minutos en retirarselo. “Tardamos en liberarlo porque el metal le hacía mucho daño, incluso le tuvimos que suministrar oxígeno“, dijo Brennan Healey, jefe del grupo de bomberos que acudió al rescate. (Fuente: nopuedocreer.com )
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